top of page
Ep NewYork.net
New York
Enfoque periodístico New York
mundo
Nicholas Stargardt / LA GUERRA ALEMANA / Una nación en armas 1939-1945
January 08, 2017
EL HOLOCAUSTO Y LOS ALEMANES
por Ricardo Angoso
@ricardoangoso
Acaba de aparecer un libro de un hijo de un judío alemán emigrado a Australia, Nicholas Stargardt, titulado La guerra alemana, donde se analizan, estudian y radiografían miles de cartas entre alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. De todo este diálogo epistolar, estudiado durante años por el autor, hay que destacar las cartas entre los que padecían la guerra en las ciudades alemanas, ya pasto de los bombardeos aliados, y los que estaban en el frente de batalla, muchos de ellos testigos de las mayores matanzas y barbaridades perpetradas por el ejército alemán en su intento por conquistar toda Europa.
Las conclusiones del autor son rotundas y contundentes: los alemanes sabían y conocían el exterminio sistemático de los judíos, dentro del Reich y los territorios conquistados, desde Polonia y el Báltico hasta Ucrania y Rusia. “Tampoco se puede sostener que el patriotismo bélico fuera solo un subproducto del terror creado por la dictadura nazi. Stargardt registra que dos tercios de los alemanes estaban encuadrados en organizaciones nazis en vísperas de la guerra. Solo las iglesias contaban con una afiliación superior (94%), pero la doble militancia de la mayoría hizo que jerarcas protestantes y católicos contribuyeran al esfuerzo bélico con su clamoroso silencio ante el genocidio y sus encendidas arengas sobre el deber de defender a la patria frente al judeobolchevismo”, señalaba el periodista español Jesús Ceberio al reseñar este libro.
Las cartas reseñadas y recogidas como testimonios en el libro llegan a la conclusión de que la mayor parte de los alemanes conocían los desmanes y matanzas que cometían sus conciudadanos y soldados en los territorios conquistados, tales como la matanza del barranco de Babi Yar, cerca de la capital ucraniana, Kiev, y las ejecuciones masivas de prisioneros soviéticos y de otras nacionalidades en el frente de batalla. A parecer, sigue ilustrando el libro, los soldados del ejército soviético encontraron miles de fotografías en los bolsillos de los soldados alemanes mostrando esas masacres inimaginables para un hombre civilizado junto a las cartas de sus novias y familiares. La sociedad alemana sabía de primera mano la magnitud de la tragedia que estaba aconteciendo a manos de los nazis y de sus miles de verdugos voluntarios de todas las nacionalidades.
A estas alturas quedan evidentes, aunque no hubiera hecho falta el libro de Stargardt para tener más pruebas, que los alemanes, en su gran mayoría, hicieron la vista gorda ante los desmanes perpetrados y la desaparición de su población judía. Quedan en entredicho las mentiras, que tuvieron su corolario en sus infames memorias, del arquitecto del Reich, Alberto Speer, amigo personal de Hitler para más inri, en el sentido de que no sabía nada y nunca tuvo noticias del Holocausto en que fueron asesinados más de seis millones de judíos. Seis millones de mentiras también se han contado los alemanes para haber sobrevivido a tanta ignominia e infame vergüenza de convivir con la bestia nazi sin apenas haber dicho nada.
EL ESCRITOR GUNTER GRASS Y EL TRISTE ENCUENTRO CON EL PASADO
Igualmente, en el pasado, las confesiones del conocido escritor Gunter Grass acerca de su pertenencia a las SS volvieron a poner de actualidad la triste relación de los alemanes con el régimen nazi, sus complicidades individuales y colectivas y su actitud durante los terribles años de la dictadura criminal de Hitler. Hasta ahora, el escritor había explicado que tan sólo había sido un soldado alemán, eso sí, de una forma voluntaria, y que se sentía abochornado, imaginamos que como ser humano y como soldado, por ese período de su vida. Asimismo, Grass aseguraba que “nunca” había disparado ni un solo tiro y que era “demasiado joven” para comprender el significado de tal gesto.
Pero, sin embargo, las cosas eran muy diferentes. El hombre que hasta entonces había sido la conciencia moral de Alemania, de la catarsis colectiva de un país que salía de la barbarie y retomaba el camino hacia la realidad tras una cruenta guerra, tenía ahora que enfrentarse a su propia culpa, a la de haberse plegado a la “mística” del nazismo y haber engrosado las largas listas de los verdugos voluntarios de Hitler. No pegó un solo tiro, asegura, ¿pero lo hubiera hecho llegado el caso? La pregunta es si Grass habría cumplido órdenes como Eichmann, si las hubiera ejecutado en aras de cumplir con su parte en el proyecto colectivo, o se hubiera negado, algo absolutamente inusual durante el periodo nazi. El caso vuelve a sacar la cuestión de la “culpa” y el olvido del que han hecho gala millones de alemanes durante todos estos años, como si sobre el Holocausto y todos los desmanes que se produjeron en este período hubiera caído una cortina que los separase de sus existencias, ajenas a los crímenes de una minoría “enferma” y “asesina”, y un régimen demoníaco.
De repente, como si de un accidente natural se hubiera tratado, cesó el aliento criminal de toda una época y comenzó otra sin mirar hacia atrás, sin la necesidad de comprender cómo fue posible y por qué; no había tampoco remordimiento, pues no había culpa, y el tiempo se encargaría de hacer olvidar, y sobre todo borrar para siempre, los resultados de una política demencial y asesina. Podían mirarse a la cara sin rubor ni vergüenza pues no se sentían culpables ni responsables, nadie lo era, pensaban, tan sólo un sistema político totalitario y totalizador que les había anulado y les había obligado a cometer los crímenes, a cumplir órdenes, en el sentido que lo entendía Eichmann. Incluso Grass, seguro, se sintió víctima de tal sistema, pese a haberse enrolado voluntariamente en las Wafen SS, y no creyó ser ni responsable de nada, también cumplía órdenes y no tenía escapatoria. Qué sencillo resulta vivir así, sin asumir responsabilidades colectivas ni individuales, adaptándose a una forma de entender la vida, casi una filosofía, donde no existe ni la culpa, ni el “pecado”. Y muchos menos el remordimiento por el daño causado al otro; no hay necesidad de pedir disculpas a nadie porque nadie fue responsable de lo acaecido.
Este proceso, del que participó sin duda toda Alemania tras el final de la guerra, también, seguramente, lo vivió el propio Grass en sus carnes, si es que ha habido un arrepentimiento sincero, como parece que ha sido el caso. El asunto Grass es grave, como lo es el de una parte de Alemania que sigue sin sentirse culpable de nada, pero creo que se debe de establecer una jerarquía de responsabilidades y, en este sentido, no debemos olvidar que el autor alemán era muy joven, todavía no había desarrollado su carrera literaria y, a diferencia de otros, seguramente no sabía lo que estaba pasando en la trastienda del nazismo.
“Vigilantes de los vigilantes, moralistas de nuestro tiempo, conciencias morales de la sociedad: así gustaban de aparecer en público. ¿Y cómo se puede ser vigilante de los que vigilan, conciencia moral de la multitud, si uno mismo ha errado en la ocasión decisiva tan funestamente en el camino? Pues rechazando, difuminando, el recuerdo de lo que se fue hasta llegar hasta creer que nunca se ha sido aquello que, sin embargo, los textos y fotos atestiguan; sólo así puede alguien aspirar a ser conciencia moral de una sociedad o permitir, sin sonrojarse, que los demás se lo digan”, escribiría el historiador Santos Juliá al referirse al escritor Grass.
No cabe duda que cuando han pasado más de setenta años largos desde el final de la pesadilla nazi, que tan espeluznantes resultados produjo para todos los europeos, los alemanes siguen siendo presas de una historia que quizá nunca fue asumida, estudiada y afrontada tal como se debía haber hecho: valientemente. Puede que, como dice el refrán, de aquellos barros de la guerra fría y una perentoria necesidad de olvidar vienen estos lodos que hoy embadurnan al propio Grass. Y, como señala Jesús Ceberio en su reseña sobre el libro de Stargardt, “contra toda lógica, una parte sustancial del pueblo alemán hizo suya las inculpación de los judíos hasta la capitulación, momento en que el Holocausto entró en limbo de la amnesia colectiva. Nadie había visto nada, nadie sabía nada acerca de aquel secreto de familia que todos habían compartido”. En resumen, casi todos los alemanes mentían después de la guerra como necesidad vital para seguir viviendo y al menos no sonrojarse al mirarse al espejo.
***************************************
¿Hipocresía , cinismo ? , sarcasmo o doble moral? , la visita de Obama a Hiroshima?
Desde Vietnam a Japón afloraron todas las flagrantes contradicciones, quizá deliberadas, de Obama /Foto Afp
Contradicciones nucleares de Obama: va a Hiroshima y elude Nagasaki
Alfredo Jalife-Rahme,
Una de las características de la personalidad múltiple del presidente saliente Obama es su conducta contradictoria en general, y que resalta en el delicado tema nuclear, en particular. Obama arribó a la Casa Blanca con las óptimas expectativas para resolver la grave crisis financiera de 2008 que heredó de su antecesor, y acabó arrojándose a las fauces de los lobos de Wall Street, a quienes rescató, en detrimento de los ahorros de la mayoría afectada de los ciudadanos, lo cual ha detonado estruendosamente en la revuelta en las atípicas primarias presidenciales.
De todos sus discursos, supuestamente amigables al Islam, desde Turquía hasta Egipto, sólo quedan cenizas y un Medio Oriente pulverizado. El mundo que lega Obama es de un caos global, con intensas provocaciones a sus competidores Rusia y China, y que quizás estuvo al borde de desatar una tercera guerra termonuclear, como señaló el año pasado en Sarajevo el papa jesuita argentino Francisco, quien opera en sentido contrario al papa polaco rusófobo Juan Pablo II, gran aliado de los halcones de Washington. El Papa jesuita ha optado por asombrosos acercamientos, en el sentido del Diálogo de Civilizaciones ?que colisiona con el Choque de Civilizaciones huntingtoniano de los neoconservadores straussianos adictos a la guerra permanente? con el patriarca ruso Kiril de la Iglesia ortodoxa (http://goo.gl/IYeZS7) y la máxima autoridad del Islam sunnita, el Gran Imán de la mezquita Al-Azhar (http://goo.gl/6n0rBB).
Fui de los primeros equivocados en festejar el Premio Nobel de la Paz , inmerecido en retrospectiva; hoy se puede afirmar en forma categórica que le otorgaron a Obama en forma prospectiva por su plausible aspiración a un mundo libre de armas nucleares.
¿Es Obama ? quizás un Gorbachov ruso?? ., un presidente cándido, controlado por la maquinaria bélica de Wall Street, que busca más guerras con el fin de maximizar sus ganancias bursátiles? ¿O es un personaje falso y perverso de doble cara, muy dado a asestar puñaladas traperas, como se ha visto en sus relaciones tormentosas con los mandatarios de Rusia y China?
Es probable que la personalidad múltiple de Obama , un hombre muy inteligente, sin duda, se mueva a conveniencia, dadas las circunstancias, entre sus dos polos extremos que exhiben su conducta contradictoria. Una suprema contradicción sicalíptica es que Obama ha programado dilapidar Un Billón de dólares para optimizar su arsenal nuclear, mientras evoca su hipócrita abolición (http://goo.gl/QhwquR).
No es sencillo gobernar la decadencia de EEUU, que requiere de gran pericia de maniobra cuando operan en forma simultánea los repliegues reales y los avances ficticios para no dejar vacíos geoestratégicos que empiezan a ser colmados por sus dos nuevos competidores, a quienes no se cansa de humillar: Rusia, que resucitó entre los muertos en la fase del zar Vlady Putin, y China, en la fase del ascenso irresistible del mandarín Xi.
El summum error geoestratégico de Obama fue haber acelerado la asociación estratégica entre Rusia y China, en contraste con la ruptura que propició Nixon entre los otrora dos aliados comunistas, en la década de los 70 del siglo pasado. En forma sincrónica al despliegue de su ominoso escudo misilístico, diseñado para asfixiar a Rusia -desde Rumania, pasando por los países Bálticos hasta Polonia-, susceptible de incendiar a Europa, Obama realizó una visita histórica a Hiroshima: la primera de un presidente estadunidense después de 71 años del martirio nuclear, no muy lejos del Mar del sur de China, punto candente del planeta.
La misma semana de su gira al este de Asia, desde Vietnam a Japón, afloraron todas las flagrantes contradicciones, quizá deliberadas, de Obama, quien maneja garrote y zanahoria al mismo tiempo con sus dos manos, lo cual ha contribuido al caos global que ha fomentado cuando es el mejor informado de la ineluctable decadencia de EEUU.
"Garrote" de Obama en Vietnam, donde levanta el embargo de armas letales con el fin de contener a China y, tres días más tarde, zanahoria en Hiroshima, donde, mediante su poco creíble retórica seductora, insta a una revolución moral (sic) para abolir las armas nucleares (http://goo.gl/q35pWW).
Su discurso fue impecable, con antelación a su dureza contra Rusia y China que exhibió durante la cumbre del G-7 en Japón. Más allá de su eviscerada retórica, cada vez menos seductora cuando se contrasta con los hechos, Obama cometió dos errores también históricos: 1. No pidió perdón por las víctimas y 2. Despreció a las víctimas de Nagasaki (74 mil muertos instantáneos), que eludió. Tampoco Japón ha pedido perdón por sus atrocidades en Asia, en particular, en Nanjin (http://goo.gl/ALDgjn).
La visita de Obama a Hiroshima (140 mil muertos y 100 mil heridos de gravedad) fue necesaria, pero insuficiente, que ya desató la furia de las arpías del partido Republicano, del calado de Sarah Palin.
EEUU es el único país que ha lanzado dos bombas nucleares, específicamente sobre las ciudades mártires de Hiroshima y Nagasaki, lo cual fue innecesario porque el belicoso Japón imperial estaba a punto de rendirse seis días más tarde.
Conozco Hiroshima -donde participé como miembro del cuerpo de gobierno de IPPNW (Premio Nobel de la Paz 1985) a su congreso anual- y Nagasaki, la Roma de Japón, cuyo drama siempre me ha intrigado (http://goo.gl/Ga00cG).
Nagasaki, relevante ciudad católica de Japón, fue seleccionada de última hora debido al mal tiempo de Kokura, la otra ciudad programada para ser destruida que se salvó in extremis.
¿Por qué la crueldad de haber lanzado otra bomba nuclear, ésta más letal, de plutonio, el 9 de agosto en Nagasaki, tres días después de la bomba de uranio-235 de Hiroshima? Los católicos de Nagasaki no entendieron la razón por la cual EEUU, superpotencia que alardea valores cristianos, aniquilaba a sus correligionarios.
Según archivos desclasificados por Gar Alperovitz, en su libro demoledor de falsedades, La decisión de usar la bomba atómica y la arquitectura del mito estadunidense(http://goo.gl/ITE9sE), Truman ordenó el doble lanzamiento nuclear para impedir la revancha de la Rusia zarista (derrotada en 1905), ya entonces como URSS, que se disponía a invadir Japón el 9 de agosto.
De acuerdo con la verdad histórica de EEUU y su propaganda muy bien aceitada, que siempre tiene a la mano una justificación para sus execrables crímenes de guerra, en ese entonces adujo que el doble lanzamiento nuclear fue para acortar la guerra y reducir el número de víctimas.
¿Se aniquiló innecesariamente a 214 mil japoneses en Hiroshima y Nagasaki para reducir un mayor número ulterior de muertos? ¡Vaya distorsión necrófila!
¿Cómo puede EEUU perorar, sin agotarse, sobre su triada perfecta de derechos humanos/democracia/libertad, después de Hiroshima y Nagasaki?
EEUU no podrá enarbolar los valores de la civilización hasta que se reconcilie con su conciencia nacional y con el resto del mundo, al que le debe una explicación sobre el lanzamiento innecesario de sus bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki y que parece haber olvidado el presente régimen nipón del pugnaz primer Shinzo Abe.
Alfredo Jalife -Rahme , es profesor en la UNAM y publica regularmente en periódicos como La Jornada y el El Financiero.
También es un comentarista frecuente en Proyecto 40 y en diversas cadenas internacionales de televisión como CNN en español, TeleSUR, así como RT en español y UTV México.
Es crítico respecto al complejo militar, industrial y petrolero anglosajón, así como al sionismo en lo general y su vertiente financiera en lo particular, pues considera que en torno a estos elementos se ha construido el sistema de dominación mundial actual.
****************************************************************************************
OTRAS NOTICIAS DEL MUNDO
April 04, 2016
La verdadera historia sobre Panamá , el sistema financiero y "el paraiso fiscal"
En un continente de estados intervencionistas, sus gobiernos han buscado interferir lo mínimo necesario con los negocios. En una región proverbialmente ensimismada, cerrada por largo tiempo al impacto de las corrientes financieras y comerciales internacionales, Panamá es portuaria, cosmopolita, y en épocas recientes, bastante próspera. En 2015 fue el país latinoamericano cuyo PIB más creció, a tasas cercanas al 6% anual. Desde su independencia de Colombia en 1903, Panamá ha tenido al dólar como su moneda y la globalización como su estrategia preferida.
El estandarte económico nacional es, por supuesto, el Canal de Panamá. Pero a la par con esa vía interoceánica, Panamá construyó un centro financiero internacional que hoy está en la noticia por cuenta de los Panamá Papers, el escándalo que reveló los mecanismos usados por muchos poderosos para esconder riquezas. Panamá se ha especializado, entre otras cosas, en proveer servicios financieros "offshore", extraterritoriales, a clientes que no residen habitualmente en el país. Lo que genera muchas suspicacias entre sus críticos, quienes aseguran que los centros "offshore" se convierten en un vehículo para la evasión de impuestos para una élite extranjera.
"Los países que son calificados de paraísos fiscales son los que tienen regulaciones que permitan a personas abrir cuentas o establecer empresas sin revelar cierta información y usando estructuras que no son accesibles a los gobiernos de origen de dichas empresas", asegura a BBC Mundo Allison Christians, experta en derecho tributario de la Universidad de McGill en Canadá.
La sistema bancario se defiende
Los defensores de la industria financiera panameña y de otros centros "offshore" recuerdan, sin embargo, que hay razones perfectamente legítimas para mantener cuentas extraterritoriales, como la cobertura de riesgos políticos, de divisas y de otra índole. Y es en todo caso un mecanismo usado extensamente en muchas partes. "Todos los países tienen hasta cierto punto medidas que permiten actuar como un paraíso fiscal para inversionistas y negocios de otros países. Este es un asunto global", advierte Christians.
Panamá objeta con vehemencia el calificativo de "paraíso fiscal". En 2014 mantuvo una controversia con Colombia cuando las autoridades fiscales en Bogotá acusaron a sus vecinos de ser precisamente eso. Señalamiento que Colombia retiró meses después ante la presión diplomática panameña.
Y por supuesto, este lunes, voces panameñas han rechazado con furia las acusaciones que se elevan contra Panamá por el escándalo actual.
Ramón Fonseca, cofundador de la firma Mossack Fonseca, de donde se filtró la información que desató el escándalo, calificó a esa filtración como un "ataque contra Panamá". El presidente de Panamá Juan Carlos Varela, por su parte, advirtió en un comunicado que el país tendría "cero tolerancia ante cualquier aspecto de su sistema legal o financiero que no se maneje con altos niveles de transparencia", según reportaron medios locales. Pero no es la primera vez que el sector financiero panameño ha enfrentado cuestionamientos de esta índole.
Siendo Panamá un país de servicios, ha desarrollado un fuerte centro bancario, desde los años 70, sacándole provecho a su estratégica posición geográfica.
Sistema financiero de los años 70s
Al igual que otros grandes nodos del comercio mundial como Hong Kong y Singapur, Panamá desarrolló un sistema financiero orientado a las transacciones internacionales, que crecía junto con su estatus como gran puerto, impulsado por el Canal de Panamá. En la década de 1960 el canal mismo estaba en manos de Estados Unidos, pero las autoridades panameñas empezaron a promover medidas para atraer a bancos y capitales internacionales. Un primer decreto en 1970 creó formalmente el centro financiero internacional. A los pocos años, docenas de bancos internacionales ya se habían instalado en la ciudad de Panamá. Los atraía, al igual que ahora, el hecho de tener cerca el negocio comercial del canal y también el dólar como moneda, lo que prometía estabilidad. Así como gobiernos que prometían una regulación favorable a los negocios.
Para 1982 ya había más de 100 bancos internacionales en la Ciudad de Panamá.
Pero la década que siguió fue difícil para el papel de Panamá como centro financiero "offshore". En ese año la crisis financiera global golpeó de manera especial a América Latina. El sistema financiero mundial tambaleó por efecto de la deuda de países como México o Argentina. Y muchas voces en la comunidad internacional empezaron a cuestionar, a lo largo de la década, el influjo de narcodineros en la economía panameña.
Para 1988, Washington, ya involucrado en una disputa creciente con el entonces gobernante de la nación centroamericana, Manuel Antonio Noriega, había congelado fondos panameños en Estados Unidos.
En diciembre de 1989 los infantes de marina estadounidenses invadieron Panamá. El sueño del país de convertirse en un imán de las altas finanzas podría haber terminado ahí.
Pero en la siguiente década, Panamá reconstruyó su centro financiero internacional.
Se crearon nuevas entidades regulatorias, volvieron los bancos y Panamá gradualmente ha buscado quitarse el estigma de ser un "paraíso fiscal". En 2011, luego de firmar acuerdos para compartir información tributaria con Estados Unidos y otros países, Panamá fue removido de la llamada "lista gris" compilada por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) para señalar a naciones que no ofrecen suficiente transparencia en ese sentido.
Para 2015 había más de 90 bancos aportando cerca del 7,5% del PIB panameño, lo que constituía el sexto rubro más importante en la economía del país.
Había toda una infrastructura legal y administrativa para atender a la banca extraterritorial, entre la cual está la firma Mossack Fonseca. "Hasta donde se, Panamá no es ni mas ni menos propensa a negocios turbios que otros centros financieros offshore", asegura a BBC Mundo Allison Christians de la Universidad de McGill. Lo que puede resultar de escaso consuelo a Panamá, un país que por cuenta de este mayúsculo escándalo está siendo asociado a acusaciones de ayudar a eludir de impuestos a escala global.
Panamá Papers - Los paraísos fiscales de los ricos y famosos al descubierto:
11 millones de documentos que estaban en manos de la firma legal panameña Mossack Fonseca fueron entregados al diario alemán Sueddeutsche Zeitung, el que los compartió con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación. El programa Panorama de la BBC es uno de los 107 medios de comunicación en 78 países que han estado analizando los documentos. La BBC no conoce la identidad de la fuente.
Los documentos muestran cómo la compañía ha ayudado a clientes a lavar dinero, eludir sanciones y evadir impuestos. Mossack Fonseca dice que ha operado sin reproches por 40 años y nunca ha sido acusado o imputado por actos criminales.
***********************************************************
Jhon Kerry se reúne con guerrilleros de las FARC en Cuba
Lo que sucedió entre el Secretario de Estado Jhon Kerry y los miembros de las FARC
March 22, 2016
El final está cerca, pero hay que desenredar la madeja cuanto antes. El secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, instó al Gobierno de Colombia y a la guerrilla de las FARC a que resuelvan sus diferencias, después de más de tres años de negociaciones, para alcanzar un acuerdo de paz que ponga fin a un conflicto armado de más de 50 años. “El proceso de paz en Colombia es una señal de profunda transformación en América Latina”, aseguró el Departamento de Estado en un comunicado, para quien la trascendencia histórica de su resolución es comparable con la visita de Obama a Cuba. Nunca antes un dirigente político de Estados Unidos de tan alto rango se había reunido con la cúpula de las FARC, incluidas en la lista de organizaciones terroristas.
Este miércoles se cumplirá la fecha que el presidente, Juan Manuel Santos, y el líder de la guerrilla, alias Timochenko, fijaron para llegar a un acuerdo final. La coincidencia con el viaje de Obama a Cuba hizo a más de uno suspirar y tratar de acelerar las conversaciones. La foto, pensaban, sería perfecta. Sin embargo, esa instantánea tendrá que esperar. Conocedores de las conversaciones niegan que haya una crisis, pero sí admiten un estancamiento en los aspectos que quedan por finiquitar: las zonas y las condiciones en las que los guerrilleros quedarán concentrados tras la firma y la dejación de armas.
Este impasse ha provocado que el miércoles no vaya a alcanzar un gran acuerdo, aunque se trabaja para anunciar una serie de avances con los que ambas partes tratarán de salir del paso en una fecha tan marcada. De hecho, las FARC, tras reunirse con Kerry anunciaron que han entregado al Gobierno y a los países garantes una hoja de ruta a seguir a partir de ahora. "En fecha no lejana le daremos la buena nueva al país y al mundo que Colombia ha llegado a la paz", aseguraron en un comunicado. Por parte del Gobierno no hubo respuesta sobre este asunto.
Kerry se reunió por separado y durante algo más de una hora con los negociadores del Gobierno colombiano y de la guerrilla. El encuentro con las FARC trascendía el protocolo. Ante sí tenían al más alto representante del Gobierno de Estados Unidos con el que se habían sentado hasta ahora. Estados Unidos ha sido el país que más ayuda de inteligencia y militar ha dado a Colombia para tratar de derrotar a la guerrilla, a la que siguen considerando una organización terrorista. En este sentido, en un comunicado, las FARC pidieron a Kerry que Estados Unidos empiece a considerarles “una fuerza política empeñada en la expansión de la democracia y el progreso social de Colombia”. Incluso le regalaron un libro, Resistencia de un pueblo en armas, con la siguiente dedicatoria: "Este texto recoge un tramo de la historia escrita por el fundador de las FARC, Manuel Marulanda Vélez, organización insurgente que hoy se alista para el tránsito a movimiento político legal".
Además de su salida de la lista de organizaciones terroristas, otro de los reclamos capitales de las FARC es la extradición de Simón Trinidad, encarcelado en Estados Unidos y condenado a más de 60 años de prisión. Algo que el Gobierno de Santos vería como un gesto que contribuiría a avanzar en los diálogos. Sin embargo, Estados Unidos siempre se ha mostrado receloso de propiciarlo. Otra de las exigencias de la guerrilla es su salida de la lista de grupos terroristas en cuanto se firme el acuerdo con el Gobierno.
La parquedad del mensaje del Departamento de Estado contrasta con el optimismo que deslizaban los mensajes de los negociadores de las FARC tras la reunión. “Hemos tenido algunas diferencias, pero tratándose de la paz no hay diferencias”, fueron palabras que Iván Márquez, jefe negociador de la guerrilla, atribuyó a Kerry en un tuit. “Positivo e histórico, genera optimismo y un respaldo internacional enorme”, escribió Pablo Catatumbo, otro de los miembros del secretariado, la dirección de la guerrilla.
El Gobierno de Colombia, a través del jefe de la delegación, Humberto de la Calle, aseguró que la reunión con Kerry había sido “muy productiva”. De la Calle anunció que Estados Unidos colaborará con “la seguridad de las personas que dejen las armas que es un tema crítico en las conversaciones", aunque no aclaró cuál será el tipo de ayuda.
EPinternacional
************************************************
La reunión de Kerry con las FARC ha levantado mucha polvareda en Colombia. La oposición, liderada por el expresidente Álvaro Uribe, ha salido en tromba a criticarla. “Muchos colombianos nos sentimos ofendidos por la reunión del Gobierno de USA con las FARC, el mayor cartel de cocaína del mundo y grupo terrorista”, tuiteó la noche del domingo Uribe, al que siguieron decenas de mensajes similares de senadores de su partido, el Centro Democrático. También otro expresidente, Andrés Pastrana, impulsor del Plan Colombia, la gran alianza militar y de inteligencia con Estados Unidos, criticó el encuentro: “Insólito que John Kerry cohoneste en Cuba la desarticulación de las instituciones democráticas en Colombia”, escribió en Twitter Pastrana, el último presidente antes de Santos en negociar la paz con las FARC, en las fallidas conversaciones de El Caguán.
RESPALDO DE BARACK OBAMA AL PROCESO DE PAZ
El respaldo de Barack Obama al proceso de paz en Colombia ha sido total pese a las críticas. Nombró a Bernie Aronson como enviado especial de su Gobierno a las conversaciones y, en febrero, reafirmó el apoyo al comprometerse a pedir en el Congreso 450 millones de dólares para afianzar el posconflicto el próximo año. En aquel encuentro que mantuvo con Santos en la Casa Blanca, según se ha podido saber, Obama le trasladó al mandatario colombiano que no debía apresurarse a firmar con las FARC un acuerdo si no estaban preparados para cumplirlo. “Obama le dijo a Santos que se debería concentrar en lograr el mejor acuerdo para los colombianos”, aseguró Ben Rhodes, asesor en política de exterior de Obama, en una conversación reducida con medios, antes de la visita a Cuba. Rhodes aseguró entonces que, pese a que la isla centraba las prioridades del presidente de Estados Unidos, sí querían aprovechar el viaje para ver en qué puede colaborar en el desenlace del proceso.
****************************************************
OTRAS NOTICIAS
Nada dura para siempre, ni siquiera la enemistad. Los más de mil años de rivalidad entre la Iglesia católica y la ortodoxa serán puestos a prueba este viernes con el encuentro en La Habana entre el líder católico y el patriarca de la iglesia rusa, la más grande e influyente de la Ortodoxia.
Por lo tanto, pocas veces el calificativo "histórico" estuvo tan justificado....seguir
**********************************************************
OTRAS NOTICIAS DEL MUNDO
los abusos sexuales de Afganistan
September 27, 2015
Los abusos sexuales de menores que el ejército de EEUU
ignora en Afganistán
Testimonios de marines revelan la existencia de un tráfico sexual de menores para servicio de jefes militares y policiacos afganos
De Jesús Del Toro/Pulso Usa
La del marine Gregory Buckley Jr. es una historia trágica, que muestra los horrores y el cinismo de la guerra y que habla de la impetuosa necesidad de que la verdad pueda ser conocida sin cortapisas, para así tener al menos la posibilidad de impedir que su terrible drama persista y se repita.
Y tan terrible, o más, es la realidad en la que viven incontables adolescentes en Afganistán, una nación agobiada por la guerra y en el que los menores son, frecuentemente, utilizados como esclavos sexuales por jefes de milicias afganas aliadas a los militares estadounidenses.
Greg Buckley, padre del marine Buckley asesinado en una base militar en Afganistán en 2012. (AP)
Eso se desprende del testimonio de Gregory Buckley Sr., padre del marine Buckley, según el relato del periódico The New York Times. En 2012, Buckley Jr. fue asesinado en Afganistán dentro de una base estadounidense por un adolescente armado que irrumpió en el lugar con una ametralladora. Pero, como señala la televisora Fox News, la familia del marine caído cree que se ha encubierto la verdad sobre la muerte de Buckley y ha demandado al Departamento de Defensa para que se dé a conocer todo el contexto y las circunstancias del asesinato. No quieren dinero, se ha dicho, sino la verdad.
Y la verdad sería lo que según Buckley Sr. su hijo le reveló un tiempo antes de morir: que en Afganistán, incluso en las propias bases militares estadounidenses, oficiales de policía y jefes de milicias afganos cometen abusos sexuales sistemáticos contra menores de edad. Una atrocidad ante la que los militares estadounidenses no podían oficialmente hacer nada, pues se les habría ordenado no interferir en ello, ignorarlo por considerarlo un aspecto de la "cultura" afgana.
Pero Buckley y otros militares estadounidenses al parecer encontraban repugnante tanto los abusos sexuales como la indiferencia del ejército. Ni siquiera, de acuerdo al Times, podían intervenir cuando las propias bases militares eran escenario de esas prácticas.
La cadena pública PBS documentó el tráfico sexual de adolescentes en Afganistán, para “entretener” a jefes militares y ricos comerciantes. Y señala que si bien se trata de una práctica que tiene antecedentes ancestrales, en la actualidad es ilícita y fue restablecida por los señores de la guerra de Afganistán, con la mirada permisiva de los mandos militares estadounidenses en los casos en los que los abusos son perpetrados por sus aliados afganos.
La razón de ese lavarse las manos, indicó el Times, sería la política estadounidense de no intervención en materias “culturales” y jurisdiccionales afganas: en esta lógica, los casos de abuso sexual cometidos por militares o policías afganos serían un asunto de la justicia penal afgana ante el que las fuerzas militares estadounidenses no están autorizadas a intervenir.
El cuerpo del marine Gregory Buckley, asesinado en una base militar en Afganistán, al volver a EEUU. (Getty Im …
Pero Buckley y otros militares no coincidían con ello. Sentían, incluso, que al tolerar esos abusos militares contra menores traicionaban la misma razón de su presencia en Afganistán: llegaron, comentan, a ese país para echar a los talibanes y combatir a Al Qaeda, y con ello hacer valer la libertad y los derechos humanos. Pero mirar hacia otro lado ante la esclavitud sexual de jóvenes sería lo contrario.
E incluso, de acuerdo al Times, ancianos líderes de varias comunidades afganas han presentado numerosas quejas contra militares y policías afganos que violan, secuestran y esclavizan sexualmente a sus jóvenes. Esas comunidades estarían, más bien, pidiendo a los estadounidenses que frenen los graves abusos de sus aliados afganos. Buckley Sr. llama a esa pasividad, tajantemente, una forma de complicidad.
Además, como indica el Times, no serían pocos los militares estadounidenses que pensaron que cerrar los ojos ante el tráfico sexual de adolescentes era permitir algo tan malo o peor que lo que imponían los talibanes cuando estaban en el poder en Afganistán. El Times, por ejemplo, cita el caso de dos militares estadounidenses, el capitán Dan Quinn y el sargento Chalres Martland, quienes actuaron contra un jefe de una milicia afgana aliada de Estados Unidos que mantenía a un chico encadenado a su cama para usarlo como su esclavo sexual. Quinn fue relevado de su mando y al final dejó el ejército, y Martland enfrenta un proceso para obligarlo a retirarse de las fuerzas armadas.
Así, Buckley Sr. cree que su hijo fue asesinado en el contexto de la permisividad de los mandos estadounidenses ante los abusos sexuales contra menores cometidos por jefes y policías afganos. El marine Buckley, se desprende de lo dicho por su padre, estaba asqueado y horrorizado por los abusos y de la inacción de los estadounidenses.
Militares estadounidenses en Afganistán. (AFP)
El padre del marine, así, acusó al Departamento de Defensa de ocultar los detalles del asesinato de su hijo y de otros dos marines a manos de un adolescente que era parte del grupo de jóvenes que servían a un jefe de la policía afgana local, llamado Sarwar Jan. Esos jóvenes habían sido hospedados en el mismo cuartel que los marines y habrían sido sujetos a esclavitud sexual, de acuerdo a The New York Times. En la última llamada de Buckley a su padre el marine le habría dicho justo eso. Después, murió acribillado en su propio cuartel por uno de esos jóvenes presuntamente al servicio de Jan.
De acuerdo al Times, Jan ha negado mantener a jóvenes como esclavos sexuales y rechazó toda relación con el joven que mató a Buckley.
Pero el padre del marine no se ha dado por vencido y busca con su demanda que se revele toda la verdad. Quizá así la memoria de su hijo y la de otros que han encarado esos abusos sexuales en Afganistán puedan ser redimidas y se dé una esperanza de paz y justicia para las víctimas y sus comunidades.
Please reload
TITULARES
bottom of page