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Legado de los que escribimos con amor

April 27, 2017

 

Por GABRIEL ANGEL ARDILA

Colombia


 

Entre que sistematizas, simplificas y codificas con las nuevas tecnologías, hay una sola verdad: tu vida envileces.


Más cara la expresión y costosas las palabras. Cada una vale y cada signo cuesta… el mensaje en 140 caracteres es desafío no para la simple mecánica de expresarse, sino a la idoneidad del ser parlante. Se esmeran en esa formalidad de la síntesis y pasan de las historias extensas de 1.500 palabras a la exigencia de columnas escritas en 350 y no por mero ahorro espacial o de tintas. Es pobreza: de giros, de belleza en la expresión, de enriquecimiento del cuadro y apuesta por lo escueto, que si breve, es dos veces simple y mil veces plano, directo, rotundo.


No hay demostraciones mayores para la elocuencia que las expresiones populares de ingenio eterno… Y no significan por abundar en palabras, sino por significar para muchos algo que reza, que dice y engloba. Los aforismos congregan, hacen colectiva una idea específica y por eso en el uso extendido son vistos como dichos populares. Ponen en síntesis toda una doctrina y expresan la sabiduría popular. La narrativa hoy los aborta, amputa el órgano lingüístico de ellos, ambicionando más simplificación.
Diluye las explicaciones. Evapora la argumentación, que ya está suficientemente ilustrada en una enunciación escueta y breve. Vulgar.

 

En un mundo que se derrite ante literalidades y eufemismos, es contradictoria esa economía exigida para la mecánica de redes, o medios electrónicos en comunicación caliente, pero fríamente calculada ¡en 140 caracteres! Ponen lápida a recursos que hicieran la belleza del lenguaje: pena de muerte a la iteración y queda herida gravemente la reiteración.

 

Pero no se remedia la redundancia. Declaran guerra contra figuras encantatorias del trabajo literario como las metáforas, que demandaban de palabras para su manifestación; se castran complementos y agregados sustanciales que explicaban ideas. La expresión se reduce al esquema de un dibujo sin sombras, ni viñetas. Sin claro-oscuros. Narrativa psicorrígida.

 

Capitalizaron un tesoro ya perdido en lo escrito: “una imagen vale más que mil palabras”. Entendimos que para obtener una frase coherente y completa, requeríamos elementos esenciales a esa construcción por algo denominada “oración”: ¡manifestación humana de lo sagrado! Pues el mundo de hoy ya no quiere oración: va de simplificación a reducción. Reduccionista, pero no concreto. Un mundo avaro. No más rico.


Riñe con la belleza trocada por lo escueto…Todo es sumun, cuadratura sin esencia, dicho sin explicación… Troca obvio por bello, vulgar por sacro, grosero por oración. Es el parlamento sin oratoria, pobre, delirantemente reduccionista, forzoso en la agresión y díscolo en el respeto por las fronteras ajenas. Más que intimista, el parlamento de hoy, es egoísta y sin ejercerlo como lo hicieran nuestros mayores, con el corazón, ya ni siquiera es con la lengua, sino ¡digital!


Y no es marginal este factor de llevar la expresión desde lo íntimo, pero no desde un órgano interno (corazón, cerebro o lengua), sino externo, de toda la significación de la exteriorización del lenguaje puesto “afuera”. Ya no desde tu alma, sino desde tu piel en la última extensión de lo sensitivo: ¡las yemas de tus dedos!


Por eso la llaman “comunicación digital”.

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No han podido acabar con el periodismo

February 09, 2017

A LOS COLEGAS PARA EL 9 DE FEBRERO, DÍA DEL PERIODISTA EN COLOMBIA.


 

 

 

 

 

 

Por :Gabriel Ángel Ardila


Si fuéramos a celebrar algo este 9 de febrero, no sería el fin de las desventuras del periodismo colombiano.


Quizá el llamado desde labios tan bellos, Meryl Streep, celebrada actriz del país de la libertad sobre las luchas por preservar la verdad y los contraataques de su contradictor, el nuevo Tío Sam, fueren la caracterización del momento, en el mundo entero.
A ojos de algunos celebrantes criollos hoy se advierten posesos de las dudas y portadores de más interrogantes: sin respuestas. Ni la búsqueda de la verdad como principio motor del oficio. Ni las desventuras reales por sobrevivir haciendo algo menos necesario que el café para la nutrición humana… Pero igual: Rico tomarse un buen café, mientras te lames las llagas, aunque eso sea completamente inocuo.


Hoy lo pasamos con pensamientos soñantes de viejos rocinantes, sobre una ilusión íntima que se resisten, este cuerpo, este cerebro, esta alma y este cuero duro, a archivar sin juicio alguno. El Estado colombiano ya expresó toda su falta de fe en el oficio, cuando dejó que una Corte subordinara a la babosería de los “derechos de todos” al endiosamiento de la mentira como enseña de esta sociedad, pisoteando el amparo a la verdad y sin cumplir deberes como garante del respeto por honra y bienes individuales de los colombianos. Y los largos años de descontrol, en un gobierno presidido por un periodista vano, son apenas demostración de ese desdén oficial. Tienen el periodismo frágil, y el presidente vano, que merecen. Felicidades.


Por este café pasan quienes ríen entre flaquezas espirituales y pretenderían seguir como está todo –mal para estos y aquellos– y solo cambie en su pobre dimensión mental que aprende en las prácticas, aunque sean malas. Y solo puedan reproducir eso: la corrupción que ven.


“Si uno declina en la palabra, termina por declinar en las ideas”, dijo Héctor Rincón combatiente en sonados escenarios del arrodillismo y manoseos imperantes de las dignidades, con rótulos eufemísticos e imbecilismos sociales. Como eso de los “habitantes de calle” y la concesión inmerecida de dignidades a matones o saqueadores de éste país. No les caben ni por todos sus ambiguos ardides como negociantes de la fatuidad. Mejor no contemporizar en esa basura, aunque quieran imponer que si el agua y la sal ya están dañadas, para “eso hay purgantes” o se permitan enemas… ¿cerebrales?

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ESOS ENFERMOS QUE GOBIERNAN

January 14, 2017


"Sobre una peste de estos siglos de la cibernética y el diagnóstico ligero-dactilar de las redes sociales, más anárquicas que cualquiera de las dictaduras históricas"


 

Por GABRIEL ÁNGEL ARDILA

“Los locos, los visionarios, los alucinados, los neuróticos y alineados, han desempeñado, en todos los tiempos, grandes papeles en la historia de la humanidad, y no solamente cuando el accidente de su nacimiento les ha transmitido la soberanía” (el poder), escribió Sigmund Freud en el Preámbulo de un libro que toma toda actualidad con los hechos políticos del mundo y aquí comentaremos.


No es desde sus averías funcionales, o disfuncionales del bajo vientre, sobre lo que se hará más comprensible el rol desempeñado por los dueños del poder hoy enfermos. El análisis ha de proponerse más arriba. Más alto. De vuelo más consecuente con los vapores de algún mal que no se cura con enemas.


Escalando el análisis


Estamos forzados a estudiar más sobre el efecto secundario o “el daño colateral” de las diálisis en los hemisferios del pensamiento, por la coyuntura colombiana. Toca superar teorías Freudianas para trepar los estadios de la etapa anal, al reconsiderar las unturas del poder, sobre lo que toca con la conciencia popular y su salud mental hoy. Sobre si gravita por el bajo vientre, o por entre los lóbulos cerebrales, para eso de la desvalorización del respeto por el otro, que manosea tanto las barbas de la quijada de los ciudadanos puestos a mirarse las otras: Las del bajo vientre… que dicen que no son pelos, sino lanas.


Ponga su curiosidad en ejercicio, amable lector, y resuelva algunas preguntas del momento: ¿Por qué se empeña quien va a cometer semejante locura, la del engaño público, en pregonar con análisis de su testosterona en mano, sobre que son normales sus niveles y, por su decir, no porta … anomalías, ¡sino goza de cabal salud! Aplíquense técnicas consecuentes con tiempos corrientes, como quizá en otras calendas fuese aproximado ese análisis para decir cómo gobernaron ¡ciertos grandes enfermos!


De cuando consagraran a algún exlíder como el más “testiculado” se entendía porque el poder y la subcultura los condujese a ostentar en público una Primera Dama, pero en sus intimidades ni siquiera ejercieran con esa, sino con otras –o más recientemente– tan de moda, eso, “con otros”. El diagnóstico ha de subir nivel y más que calibrar bujías, ha de elevarse a estratos superiores la valoración para determinar su “cabal salud” que reporta con aire de pregonero incrédulo, desde la revisión de la esquizofrenia que le abraza el alma. ¿A este, lo gobierna la cintura o el cerebro, en escalas que el mundo ni sospecha…? La locura es quizá de los que se atreven a diagnosticar con los análisis equivocados…


Entre enfermos y locos


Como en la obra de Pierre Accoce y el doctor Rentchnick “Aquellos Enfermos que nos Gobernaron”, debería explicarse con silogismos más actuales, esta locura del siglo donde inicia un populismo desaforado, pero quizá esté preparando el camino para otra cosa… Y no es un simple supositorio: Dice más, para el análisis que hoy nos ocupa, el título original de esta obra “Ces Malades qui nous Gouvernent” y traducida como dijimos arriba por don Pedro Debrigode. Mejor hubiera escrito: “Esos malhadados o malvados que nos gobernaron”.


A los que enuncia ese libro de más reciente ejercicio, añadiremos lo que se dijo siempre sobre la locura de Hitler, los desquicios de varios de los Césares de la antigüedad (sin calificar a los más recientes) y las anomalías de Calígula, o Claudio. El referido es un texto con la densidad de expedientes clínicos relacionados con gladiadores del poder como Roosevelt, Wilson (perfilado por el doctor Freud), Eisenhower, Kennedy, Johnson, Nixon, Hitler, Mussolini, Churchill, Franco, De Gaulle y hasta Mao, entre otros. La leímos por primera vez como tarea del profesor Donald J. Brenner en School of Journalism University en Missouri-Columbia y es obra de cabecera, que nunca se olvida.


Desde la peste Babilónica o hasta las afecciones mentales sureñas de Abdalá Bucarán (conocido como el loco Bucarám), hay apenas trazas de esas afectaciones entre hombres del poder más cercanos al Santos que inspira hoy, y quienes fueran más temibles que locas disparando con escopetas, como algún Chávez, sin entrar en más casos parroquiales.


Del resultado que causó todos los impactos casi rayanos con lo inimaginable del 2 de octubre en Colombia, del 9 de noviembre en USA y un poco antes del Bregxit en el frío mundo anglosajón, los tiempos en verdad se prestan para que ejerzan su oficio los más calificados tarot-cistas o los analistas de los humos de la diálisis en los huevos más güeros…


De los santos y otras devociones


Unos pocos rasgos del perfil psico fóbico del Hitler que describen, caracterizará la lectura de este análisis sobre los poderes: El cáncer materno marcó sus días y comportamientos; hosco frente a sentimientos paternos y profundamente xenófobo, el Führer se armó para el genocida que otros historiadores presentan. Un simple pólipo lo llevaba con delirio al cirujano y la pérdida temporal de la voz cumplían de espinas personales para el desborde de un verdugo delirante por “mejorar la raza” que ya sufría en carne propia… No la de los vecinos de su vida, sino de la propia. Esto desde los datos de su perfilador, el psicoanalista Walter Langer, ampliamente citado desde sus análisis particulares. Habrá que esperar los perfiles de los Llinás u otros cercanos de Santos, para comprender su caso.


Ya en algún lugar leímos hace rato experimentos de análisis sobre la personalidad de dos gladiadores que nos gobiernan y entre quienes reinan rasgos de mentira, egolatría, mucho de cinismo y acciones de tahúres más allá del juego de urnas cerradas y arcas tri clave donde cabe de todo: ambiciones, ejercicio del poder y traición sin límites.

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