Censura a Internet en Colombia

Herramientas de tiranía: censura a Internet en Colombia

Por Lía Fowler *

Traducción de Colombia News

25 de octubre de 2015

Lia Fowler

Penalizar el uso de Facebook o de Twitter –aunque fuera por un solo día– consistiría en hacer pagar multas o imponer penas de prisión a los posibles infractores. Significaría también que el gobierno tiene las herramientas para hacer cumplir tal cosa. ¡Tal es el pan diario de las dictaduras!

Cuando las bombas explotaron en dos sectores de la capital de Colombia este verano, el presidente Juan Manuel Santos y el fiscal general Luis Eduardo Montealegre trataron de sofocar el flujo de información sobre los atentados terroristas con este anuncio público: cualquier persona que distribuya videos de cualquier ataque terrorista a un tercero –medios de comunicación social, amigos, medios de prensa, etc–, será procesada y encarcelada.

El Procurador General de la Nación Alejandro Ordóñez rechazó esa medida y la definió como una amenaza a la libertad de expresión y a la libertad de prensa. Tenía toda la razón. Eso sería imponer la censura en el nuevo panorama de los medios sociales y de las noticias basadas en la web.

“Cualquier persona que distribuya videos de cualquier ataque terrorista, será encarcelada” dice el Fiscal General Eduardo Montealegre (Photo Periodismo Sin Fronteras)

El gobierno de Santos y la organización narcoterrorista FARC controlan la mayor parte de los grandes medios de información. La familia Santos posee El Tiempo, el principal diario colombiano, y el sobrino de Santos, Alejandro Santos Rubino, es el director de la revistaSemana, la segunda publicación más leída. Y donde no hay parentesco, hay un montón de contratos lucrativos para repartir. De acuerdo con una investigación difundida por Kienyke, un portal de noticias basado en la web, los analistas estiman que el gobierno colombiano ha gastado cerca de 750 millones de dólares al año en contratos de publicidad desde 2010.

Pero la voz y el alcance que los medios basados en la web ofrecen a todos los ciudadanos no es tan fácil de controlar. En 2008, por ejemplo, un estudiante colombiano creó un grupo en Facebook llamado “Un millón de voces contra las FARC” mediante el cual organizó una protesta que movilizó a 12 millones de personas en Colombia y en varias ciudades del mundo.

Desde que comenzaron los diálogos entre el gobierno y los terroristas, Facebook, Twitter y los portales virtuales de noticias han ganado importancia, pues son los únicos medios que tienen los colombianos para compartir libremente información. Los que buscan silenciar los puntos de vista opuestos han tenido que encontrar herramientas más sofisticadas de censura.

Una forma es a través del ataque a las redes llamado en inglés DDoS. “La técnica consiste en la creación de una red de bots –una red robot de computadoras tomadas por los piratas informáticos–. Se puede llegar así a miles de computadoras para iniciar al mismo tiempo el envío de miles de mensajes a un sitio web”, explicó Richard LaMagna, ex director de la Ley de Formación de Aplicación y Extensión de Microsoft. “El servidor no puede manejar la situación y cierra el sitio web”. Agregó que esos ataques también pueden implantar candados de cifrado en los sitios web e impedir así el acceso al sitio, e incluso pueden implantar virus que destruyen los discos duros. Todos esos son instrumentos eficaces paracontrolar la información.

El portal de noticias Periodismo Sin Fronteras ha sufrido dos ataques de tipo DDoS, dijo el director Ricardo Puentes.

Paola Camacho

En una ocasión, un ataque cibernético anuló la capacidad de la página web para recoger estadísticas, lo que la dejó casi invisible para las personas que buscaban esa página en Google y en otros motores de búsqueda. El sitio web de Verdad Colombia, una federación de organizaciones no gubernamentales que defienden la democracia, también fue cerrado temporalmente por este tipo de ataque, dijo Paola Camacho, la directora ejecutiva. Según Demar Córdoba, productor de La Hora de la Verdad, un programa de radio de Bogotá, muchos ataques han sido lanzados contra el sitio web de esa emisión, aunque no han tenido éxito. La emisión es dirigida por Fernando Londoño, un opositor de las negociaciones de Santos-FARC, y víctima de un atentado de la banda terrorista en el año 2012 en Bogotá.

Para atacar los sitios de medios sociales, los criminales roban a menudo cuentas para manipular o para obtener información personal, explicó LaMagna.

El grupo Víctimas del Conflicto Armado, que abrió una cuenta en Facebook, fue objeto hace poco, por ejemplo, de esa táctica. Creado por Brances Esteban Álvarez (un seudónimo) en mayo de 2015, el grupo atrajo rápidamente a más de 8.250 miembros. “El objetivo es recuperar la memoria histórica de las víctimas civiles de la guerrilla y la memoria de los miembros de las fuerzas armadas que murieron en el cumplimiento de su deber”, explicó Álvarez.

“¿Quién se acuerda de los más de 15.000 agentes uniformados que han sido abatidos desde 1964?”

Los mensajes del grupo se limitan a honrar las víctimas dando los detalles de las circunstancias de sus muertes. Pero recordar a las víctimas es un inconveniente para la alianza Santos-FARC, ya que ambos tratan de hacer que la mayoría de las acciones terroristas sean clasificadas como perdonables. Por eso miembros del sitio Víctimas del Conflicto Armado han recibido cientos de mensajes de intimidación. En una ocasión, “nos dijeron que podríamos terminar como los policías de tránsito que fueron asesinados en el Cauca”, una emboscada de las FARC que segó la vida a tres uniformados en 2014, recordó Brances.

La hora de la Verdad ha sufrido ataques de todo tipo

A principios de octubre de 2015, Álvarez tuvo que cerrar su página cuando alguien trató de acceder a ella de forma ilegal. “Mientras yo no podía acceder a mi perfil, otro usuario estaba tratando de acceder a las funciones de administración del sitio”, explicó. En ese caso, el pirata no tuvo éxito, pero reveló que alguien intentaba manipular los datos y recopilar información de identificación, lo que puede tener efectos devastadores: Flor Alba Núñez, una periodista asesinada en septiembre de 2015, fue víctima de una toma de control de su cuenta poco antes de que fuera asesinada. En declaraciones publicadas en El Tiempo, un colega de trabajo de Núñez dijo que la página FB de la periodista había sido pirateada y que muchos de sus artículos habían sido alterados o borrados unas semanas antes de que ella fuera asesinada.

En lo que sería la más reciente amenaza a la libertad de expresión, el congresista Silvio Carrasquilla introdujo un proyecto de ley que de ser aprobado ilegalizaría el uso de las redes sociales un día al año. El hombre incorporó ese punto en un paquete más grande dedicado a los “valores familiares”. Penalizar el uso de Facebook o de Twitter –aunque fuera por un solo día– consistiría en hacer pagar multas o imponer penas de prisión a los posibles infractores. Significaría también que el gobierno tiene las herramientas para hacer cumplir tal cosa. ¡Tal es el pan diario de las dictaduras!

Con la influencia que ejercen el Estado y las FARC sobre los medios y con el aumento de los ataques a las noticias basadas en la web y en las redes sociales, el gobierno de Santos podrá controlar la narrativa política y suprimir las opiniones disidentes. La Fundación Nacional para la Democracia afirma que Venezuela, China, Irán, Rusia y Arabia Saudita son los peores delincuentes en ese sentido. Colombia no se queda atrás.

@lia_fowler

*Lia Fowler es una periodista americana y ex agente especial del FBI.