SANDY : Cuatro años entre recuerdos, preocupación y reconstrucción
Cualquier situación se esperaba del huracán Sandy menos que llegase a inundar completamente los sótanos de las edificaciones cercanas al bajo Manhattan de Nueva York. panorama desolador que efectivamente se corroboró en la madrugada del 30 de octubre al bajar el nivel de las aguas del Río Hudson
Especial Enfoque Periodístico
New York, Oct/29/2016
El mes de octubre de 2012 será siempre recordado por todos los neoyorquinos no precisamente por la fecha de halloween sino por la tormenta sandy que lejos de todo pronóstico arrasó con centerares de viviendas y dejó pérdidas humanas e incalculables daños económicos. La "super tormenta" Sandy como fue evaluada por los meteorólogos, arrasó cuanto pudo a su paso por las costas del este de Estados Unidos y cambió pronósticos por encima de lo que las autoridades preveían al punto de sorprender a miles de residentes en New Jersey y New York , principalmente.
Sandy ha sido el segundo y más certero golpe a la economía de New York , después del 9-11.
Parte de los destrozos causados por el huracán Sandy en New York /fotos cortesía eitb.eus
Cualquier situación se esperaba del huracán Sandy menos que llegase a inundar completamente los sótanos de las edificaciones cercanas al bajo Manhattan de New York. panorama desolador que efectivamente se corroboró en la madrugada del 30 de octubre al bajar el nivel de las aguas del Río Hudson que como un monstruo marino sorprendía a miles de trabajadores impávidos que con sistemas y herramientas como bombas y extractores de agua vieron cómo eran arrastrados por el poder impetuoso del hudson.
¿Y ahora que? se preguntaban estos trabajadores , entre destrozos, basuras, carros inundados y uno que otro material rescatados de las aguas del diluvio del bajo Manhattan que había precedido a la noche de brujas de halloween. Noche de terror y pánico sin el acostumbrado canto del tricky tricky. Al contrario , el viento ensordecedor y algunas lluvias esporádicas daban paso a las primeras labores de resacate y limpieza.
Esto es lo que narran cientos de trabajadores de la limpieza y mantenimiento de los edificios que hasta la terrífica fecha del 29 de octubre, era su pacífico lugar de trabajo. Años de esfuerzo y dedicación fueron arrazados increíblemente por un río que no respetó ni el modernismo ni las sofisticadas calles de la ciudad de los rascacielos.
en la foto se observa un edificio en Manhattan en riesgo por el desprendimiento de una monta carga y a la derecha un edificio de apartamentos en Queens .
A cuatro años de la angustia y el terror que produjo este huracán aún quedan en el vacío ciertos criterios en materia de prevención y desastres asi como una infraestructura seria en cuanto a la reparación de las víctimas.
El desempleo que trajo como consecuencia la inundación del Bajo Manhattan, por ejemplo, dejó miles de desplazados y desempleados que hoy enfrentan serios problemas económicos y de salud por falta de una atención adecuada. Si las víctimas del 9-11 aún experimentan déficit en la continua atención médica por fallas administrativas del sistema de atención de desastres , los afectados por el huracán Sandy recién han logrado restablecer sus trabajos pues en otras áreas postraumáticas, apenas se tiene un diseño para futuros desastres naturales.
La realidad es que si bien las autoridades locales de la ciudad de New York ,fueron oportunas en la inmediatez de la tragedia, también es verdad que el seguimiento para el resto de familias que de un modo u otro aún están afectadas, se ha dejado de lado.
En cuanto a la tragedia de Sandy en sí, hay un hecho que poco o ninguna atención tuvo durante las labores de reconstrucción y limpieza en algunos edificios de la ciudad. Por una parte están aquellos empleados que perdieron sus trabajos debido a la contratación de compañias especializadas en la limpiza y desinfectación para este tipo de tragedias. En este sentido los propietarios de los edificios , los supervisores o administradores de las edificaciones inundadas en los sótanos, optaron por no usar los mismos empleados de trabajos de mantenimiento regular para limpiar estas áreas con la intención de proteger la salud.
De otro lado, están los trabajadores que fueron prácticamente obligados a trabajar con el pretexto de mantenerles el empleo. Este es el caso donde muchos supervisores y administradores de edificios plantearon a sus trabajadores dos opciones . O se van para su casa a 'colectar el cheque del gobierno' o se quedan limpiando en las condiciones que están las edificaciones" En otras palabras o la salud o el dinero.
Fue asi como se inició una agotadora jornada de desinfección y limpieza durante ocho meses con largas jornadas de trabajo de 9 horas diaras sin otra recompensa que el de no perder los trabajos.
Arriba, momento justo en que las aguas del Hudson inundan el edificio de los empleados públicos de DC37 en Barclay Street en Manhattan . Abajo, el acceso al sótano completamente inundado. fotos/Jhonatan Beltre, trabajador de dicho edificio.
No hubo tiempo al menos de una negociación sindical , advirtieron varios de los trabajadores y arbitrariamente se distribuyeron las horas extras, beneficiando a unos y perjudicando la mayoría de estos trabajadores. Pero lo que más sorprendió fue la forma rudimentaria como estas toneladas de basura y escombros eran evacuadas a través de cadenas humanas desde el sótano hasta la salida del edificio para luego ser arrumadas en containers que la evacuavan hasta dos veces por día y sin ningún control sobre el peso de esas bolsas que excedían los 100 libras de peso (cuatro arrobas).
Esta situación, que para algunos pudo considerarse normal y común , abarcó también la falta de una adecuada protección en los primeros días de la afectación y prácticamente llevó al enfrentamiento entre los trabajadores y los supervisores de los edificios. Esto sin duda alguna pone en evidencia la falta de una adecuada organización lo cual ha puesto en jake los parámetros con los que debieran vigilarse situaciones como estas por parte de las autoridades de salud y el departamento de trabajo.
Mold, humedad y fríos intensos durante las labores de limpieza eran el común denominador durante los primeros meses de invierno posteriores a la tragedia./fotosJ.B.
Lo curioso es que un gran porcentaje de estos trabajadores tenían protección sindical y en ningún caso , al menos por los testimonios recogidos por los empleados de uno de estos edificios, tuvieron la presencia de un delegado que constatara las condiciones infralaborales a los que eran sometidos. En este orden de ideas y de acuerdo a testimonios recopilados por Enfoque Periodístico, durante los meses que estuvieron abiertamente expuestos estos trabajadores y al arduo trabajo de limpieza de los sótanos , ningún representante de su organización sindical conocida como 32bj se acercó a las instalaciones a investigar sobre las condiciones a las que estos empleados fueron expuestos.
La mayoría concuerdan, como es el caso específico del edificio de los empleados públicos de la ciudad (DC37) , ubicado en 125 Barclay Street del bajo Manhattan, que luego de la inundación y posterior labor de limpieza, estos lugares estuvieron expuestos a fríos intensos del otoño que con el transcurrir de los días empezaba a expeler gran cantidad de gases y olores contaminantes producto de la humedad. Lugares sin la calefacción adecuada , por ejemplo.
Algunos trabajadores dispuestos a seguir en sus jornadas habituales mientras otros observan parte de los daños causados por el huracán
posteriormente, relatan estos trabajadores, con el recorrer de los días , en medio de un sinsabor y una mirada desconcertada por todo lo que tuvieron que soportar , la pesadilla de Sandy no solo les robaba el descanso de sus tareas cotidianas de mantenimiento; también traía la preocupación y la incognita sin respuesta y todos se preguntaban entre sí : ¿ que iba a pasar con la salud de cada uno? ; que pasaría por ejemplo si con los años se llegara a desarrollar alguna enfermedad pulmonar o alguna complicación sanguínea ?
Algunos edificios extuvieron expuestos al mold otros a los asbestos y hasta posiblemente al plomo .
Lo cierto de todo es que hoy, cuatro años después , algunos empleados que conservaron sus trabajos presentan un cuadro clínico poco alentador. Aunque los resulados médicos cuando se ha estado expuesto a los asbestos tardan hasta 10 años en conocerse , la mayoría han dado testimonio de haber consultado un médico especialista por recurrentes casos de asma al menos dos y tres veces al año.
Por ahora resta tener paciencia y esperar con el crucifijo en la mano para algunos de estos trabajadores o con la fé puesta en las leyes de la creación para otros, que ni el asbesto ni el mold ni cualquier sustancia contaminante haya calado en sus vidas.
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