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¿Quién es "jorge 40" el paramilitar condenado en Estados Unidos?


foto/ eluniversal.com

Dicen en Valledupar que quienes lo conocieron de muchacho se preguntan: "¿En qué momento se nos volvió inteligente el Papa?".

Papa es el apodo que tenía de joven Rodrigo Tovar Pupo, quien creció en esa ciudad, capital del departamento del Cesar, en el noreste de Colombia.

Es el hombre al que este viernes la Justicia de Estados Unidos sentenció a 16 años y medio de prisión por delitos de narcotráfico.

De esa sentencia, sólo tendrá que cumplir con cinco años más pues el juez tomó en consideración los siete años que cumplió desde su extradición a EE.UU. en mayo de 2008 y el tiempo previo que estuvo detenido en Colombia.

En cualquier caso, sus abogados apelarán la decisión ante instancias superiores.

Con el alias de "Jorge 40", Tovar Pupo estuvo al frente del Bloque Norte del grupo paramilitar Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). De acuerdo con la Fiscalía de Colombia los subordinados de "Jorge 40", en base a sus propios testimonios, fueron responsables de unos 20.000 hechos delictivos que afectaron a más 25.000 personas.

"Ganas de llamar la atención"

"Nació muerto", pensó el médico que atendió el parto -narra su amigo de la infancia Alonso Sánchez Baute en su obra "Líbranos del bien"- porque el cordón umbilical estaba enroscado en su cuerpo cuando llegó al mundo.

Eso fue el 19 de noviembre de 1960. Pero "no murió", sigue Sánchez Baute, "y al tiempo dio muestras de gran hiperactividad". Es un tipo muy carismático, que le cae bien a todo el mundo

Quienes lo conocen dicen que es cálido, familiar, incluso cariñoso. "Es un tipo muy carismático, que le cae bien a todo el mundo", le dijo a BBC Mundo César Molinares, periodista que ha seguido la historia y el prontuario de "Jorge 40"."Muy dedicado y muy pendiente de su familia". Aunque hoy en día otros que lo han tenido enfrente dicen que inspira miedo.

De Tovar Pupo se dice que es un hombre cálido, de buen humor, pero que también es propenso a las depresiones. "En su adolescencia se caracterizó por la rebeldía, la mamadera de gallo (la burla) y las ganas de llamar la atención", recuerda Sánchez Baute en su libro.

Valledupar-Bogotá-Valledupar

Llegó a Bogotá de adolescente, a estudiar, a seguir los pasos de su padre militar. Pero no terminó la formación castrense. De acuerdo con Sánchez Baute, por problemas en los meniscos.

Se graduó como bachiller en uno de esos antros donde terminan los estudiantes mediocres

Alonso Sánchez Baute, en su obra "Líbranos del bien" Tampoco se le dieron bien los estudios tradicionales. "Se graduó como bachiller en uno de esos antros donde terminan los estudiantes mediocres", recuerda Sánchez.

Por historias como esta es que en su ciudad se preguntan cuándo se volvió inteligente.

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De vecinos a enemigos; de enemigos a compañeros de prisión

Casi una década antes que Rodrigo Tovar Pupo había nacido en Valledupar otro miembro de la alta sociedad que terminó empuñando las armas: Ricardo Palmera.

Ambos hombres vivían en la misma zona pudiente de la capital del Cesar, ambos miembros de reconocidas familias vallenatas. Pero mientras Tovar Pupo se enlistó en las filas paramilitares, Palmera se volcó hacia el lado opuesto: se unió a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y se puso el nombre de guerra de "Simón Trinidad". Con el tiempo, el destino y la política internacional los volvería a unir. Ambos fueron extraditados a Estados Unidos. Convivieron, en celdas separadas, en una cárcel de Washington. Y se cuenta la anécdota -tal vez apócrifa- de que sometían a sus compañeros de prisión a sesiones de cantos vallenatos interpretados de celda a celda.

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Al regresar a Valledupar trabajó en la administración pública. Estuvo al frente de la oficina de Pesos y Medidas de la Alcaldía Municipal y luego fue secretario de Hacienda, donde dicen que tuvo un buen desempeño.

Ingreso a las AUC

Como en el caso de muchos otros paramilitares, la explicación, la excusa que da de por qué se alzó en armas, es la intensidad de la actividad guerrillera en el Cesar en los 90.

Como propietarios de tierras, sus familiares se veían afectados por extorsiones y se enfrentaron al secuestro (una prima) e intento de secuestro (su padre). A eso se sumó la presión de las extorsiones que cobraba la guerrilla.

Tovar Pupo comenzó traficando armas para las AUC, según narra María Teresa Ronderos en "Guerras Recicladas", que cuenta la historia del paramilitarismo colombiano. Pero hacia 1999 el jefe paramilitar Salvatore Mancuso, a quién había conocido en Bogotá y se volvió su mentor de armas, le ofreció comandar el Bloque Norte.

De ese entonces viene el alias de "Jorge 40".

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Rodrigo Tovar Pupo , alias jorge 40 en plena actividad paramilitar/ foto/vanguardia.com

De dónde viene el alias "Jorge 40"

Cuentan que el primer nombre de guerra, o alias, que intentó fue David (por eso de David y Goliat), pero no le funcionó. Finalmente llegó al "Jorge 40" (Cuarenta, con letras, lo escribe él), alias sobre el que hay más de una versión. Algunos dicen que el 40 es porque el paramilitarismo del Cesar tenía ese número de integrantes cuando él asumió como jefe.

Pero en "Líbranos del bien", Alonso Sánchez Baute, quien fue su amigo de la infancia y lo entrevistó en la cárcel en Colombia, cuenta que el número es una referencia bíblica a los cuarenta días que duró el diluvio y a los que estuvo Jesús en el desierto tentado por el diablo. Y que el nombre Jorge fue para que se confundiera la gente entre él y otro Jorge, Gnecco, también jefe paramilitar en el Cesar, que según Tovar Pupo lo señalaba a él como responsable de sus acciones.

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A su cargo quedaron más de una decena de frentes. Para la fecha de su desmovilización, tras los acuerdos de la AUC con el gobierno del presidente Álvaro Uribe, contaba con unos 5.000 hombres bajo su mando.

"De verdad creyó que el paramilitarismo era la solución para los problemas del país", dice César Monlinares. Aunque aclara que "él pensaba en el bienestar de una élite", no de toda la sociedad.

Masacres

En febrero de 2000 fueron torturados, descuartizados y degollados más de 60 campesinos y muchos más tuvieron que huir y dejar sus pertenencias. Ocurrió en El Salado, en el departamento de Bolívar. Fue una las peores masacres paramilitares de la historia de Colombia. Según consta en la sentencia de Justicia y Paz a Salvatore Mancuso, esa fue planificada por él, por "Jorge 40" y otro jefe paramilitar.

El Bloque Norte que comandaba "Jorge 40" contaba con unos 5.000 hombres.

El 18 de abril de 2004 los hombres de "Jorge 40" ejecutaron una masacre en Bahía Portete, zona de rancherías de indígenas wayuu en la Alta Guajira, en el noreste del país. Según el libro "Guerras Recicladas", de María Teresa Ronderos,entraron "decapitando matronas, se robaron piedras sagradas, profanaron el cementerio y destrozaron en centro de salud". "Y luego fueron casa por casa, matando a varias mujeres".

En 2005 "Jorge 40" fue condenado a 47 años de prisión por la masacre de 40 personas en Sitio Nuevo, departamento de Magdalena, en la madrugada del 22 de noviembre de 2000.

Al año siguiente fue sentenciado a 26 años por una veintena de homicidios cometidos entre 2004 y 2005 en el departamento del Atlántico.

"En el lugar equivocado"

Un caso que muestra cómo la violencia de las AUC casi no hallaba límites fue el ocurrido en marzo de 2000. Siete miembros del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía iban a realizar una exhumación que podía implicar a los paramilitares. Fueron capturados y asesinados.

Aunque fue sentenciado en EE.UU. por ese crimen, el paramilitar ha dicho que no es narcotraficante.

Entre ellos estaba el odontólogo forense Jaime Elías Barros Ovalle, quien había sido amigo de la infancia de Tovar Pupo. "Estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado", cuentan que dijo el paramilitar. "Jorge 40" fue condenado a 25 años de prisión por este crimen.

La depresión

A diferencia de otros jefes paramilitares, "Jorge 40" no colaboró con la Justicia de Estados Unidos, que lo condenó por narcotráfico. Algunos creen que podría tener que ver con su carácter voluble, su tendencia a caer en depresiones: que llegó a EE.UU. con la sensación de haber sido traicionado -no esperaba que Colombia aprobara su deportación- se encerró en sí mismo, en el silencio, como en cada ocasión que el ánimo se le desplomaba.

Puedo decirlo con la frente en alto: ¡yo no soy narcotraficante!

Aunque está acusado de traficar cientos de toneladas de cocaína, él siempre negó tener un vínculo directo con el narcotráfico. En una entrevista que concedió a Revista Semana en marzo de 2006 aseguró: "Puedo decirlo con la frente en alto: ¡yo no soy narcotraficante!".

Aunque luego admitió: "En un país como Colombia, en donde toda la economía está narcotizada, era imposible pretender que los actores armados no cayéramos en esa narcotización".

Parapolítica

Se cree que "Jorge 40" fue el jefe paramilitar que más esfuerzo puso en el establecimiento de vínculos con el poder político. En 2006, al ser capturado otro comandante paramilitar, la Justicia secuestró computadoras y memorias que pertenecían al Bloque Norte de las AUC; la prensa empezó a hablar entonces del "Computador de 'Jorge 40'". Allí encontraron información de armamentos, listado de miembros del grupo, pagos y detalles de asesinatos.

También se encontraron nombres de dirigentes políticos vinculados con las AUC. Así comenzó el proceso de la parapolítica, por el que fueron condenados más de 60 de políticos.

"Jorge 40" es considerado uno de los ideólogos de la parapolítica, aunque él lo ha negado.

Según César Molinares "'Jorge 40' fue la mente detrás de la parapolítica".

"El (departamento del) Cesar lo dividió en tres y solo podía hacer campaña un candidato en cada uno (de los sectores)", explicó Molinares, indicando que Tovar Pupo decidía quién podía y quién no ser candidato.

Así, los paramilitares "empezaron a aliarse con políticos". Pero "Jorge 40" ha rechazado estos señalamientos.

"Ángeles"

En EE.UU. ya desestimaron sus negativas acerca de sus vínculos con el narcotráfico.

Y en la Justicia cobilomana no se sabe cuándo concluirán todos los posibles procesos en su contra, sobre todo ahora que quedó fuera del proceso de Justicia y Paz.

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Sin Justicia y Paz

La semana pasada la Corte Suprema de Colombia dejó a "Jorge 40" fuera del proceso de Justicia y Paz, que habían acordado los paramilitares a la hora de desmovilizarse. Ese proceso prometía reducción de penas a cambio de la colaboración de los paramilitares en el esclarecimiento de crímenes, construcción de la verdad y reparación a las víctimas.

A diferencia que lo que sucedió, por ejemplo, con Salvatore Mancuso, la Justicia colombiana determinó que "Jorge 40" no colaboró en forma suficiente, especialmente desde su extradición a EE.UU. La Fiscalía dijo que "'Jorge 40' debería aclarar temas que tienen que ver con parapolítica, ejecuciones extrajudiciales, homicidios de profesores y sindicalistas, participación en varias masacres (...) y otros hechos que son realmente importantes de esclarecer".

El abogado en Colombia de Tovar Pupo, Hernando Bocanegra, le dijo a BBC Mundo que sus pares en Estados Unidos no lo dejaron salir a declarar, "porque se puede autoincriminar

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A medida que se fueron descubriendo sus crímenes, la culpa ajena caló hondo en la sociedad de Valledupar, por la actividad de su viejo conocido, ahora desconocido.

Pero su amigo de infancia, Sánchez Baute, argumenta: "¿Qué le vamos a hacer?:de niños no sabemos quiénes van a ser ángeles de grandes".

Natalio Cosoy

Especial de BBC Mundo/Bogotá

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