¿Podrá haber paz en un país donde un congresista gana más de 300 millones de pesos al año?
EN COLOMBIA APRIETAN A LOS TRABAJADORES PARA QUE COMAN LOS SENADORES
Por Luis Carlos Lozano/
Desafortunadamente Colombia está considerado como uno de los países más desiguales del mundo, contar con uno de los mayores niveles de empleo informal, además de tener el desempleo más alto de América Latina, ha permitido que medios internacionales, destaquen a este país como uno de los territorios más estresantes para vivir en la región.
Además ,se suma el tema del salario. Entidades como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) no han dado noticias positivas del país ya que lo ubicaron entre los últimos 20 lugares con peores sueldos. El pago promedio en Colombia no alcanza el $1’300.000. Pero ¿cuántos colombianos no llegan ni siquiera a este monto? ¿Qué porcentaje se gana apenas el mínimo? Las personas que ganan el salario mínimo, supera los dos millones de trabajadores colombianos. Los que ganan menos del mínimo, muchas veces, han llegado a superar los seis millones de colombianos.
La tasa de desempleo está cerca, todavía, en niveles inferiores al 10%, sobre una fuerza laboral que está alrededor de los 21 millones de personas. Según estadísticas unos 2 millones o más de colombianos ganan el salario mínimo y uno 6millones ganan menos del salario mínimo ¿cuántos son los desempleados?
La injustica empieza por casa, de los llamados padres de la patria nuestros legisladores, las altas cortes etc.
Para el presente año el Gobierno expidió el decreto 1056 del 2016 con el cual se autorizó un aumento equivalente del 7,77 por ciento mensual para los miembros del Congreso, lo que se traduce en que un legislador, ya sea senador o representante, recibirá una asignación de $/ 27’929.064 pesos. El reajuste es el que la ley prevé anualmente.
Este salario se les paga desde el primero de enero del presente año y fue firmado por el presidente Juan Manuel Santos, su ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, y la directora de la Función Pública, Liliana Caballero.
Un congresista ganaba mensualmente 25’915.435 de pesos, pero con el aumento del 7,77 por ciento fijados en el citado decreto, el cual equivale a 2’013.629 de pesos, su salario quedó en 27’929.064 de pesos. Ellos adicionalmente reciben dividas millonarias por contrataciones, no pagan transporte ya que tienen vehículos blindados con escoltas, el servicio de salud especial, viáticos nacionales e internacionales, primas extralegales, doctorados en el exterior, etc. Todos pagados por el estado, por eso deben cada año incrementar los impuestos al pueblo, para que otros vivan como reyes a sus costas. En la actualidad un congresista en Colombia gana más de 40 veces, que un trabajador con el mínimo, aquellos trabajando menos horas por día.
En Colombia el desempleo ha disparado los niveles más altos de latinoamérica
en materia de trabajo informal / la foto corresponde a un pasaje comercial en la ciudad de Medellín
En diciembre pasado, cuando se fijó el aumento del salario mínimo para los trabajadores del país, ese ítem tuvo un reajuste mensual del 7%, por debajo de los padres de la patria, lo que significa que, durante este 2016, quienes lo devengan quedaron con un paupérrimo salario de hambre sueldo de 689.455 pesos, es decir, un aumento de 45.105 pesos respecto al 2015. Con este ínfimo ingreso deben sobrevivir las familias integradas hasta por 5 miembros, para pagar “alimentación” , servicios públicos, salud, educación, vestuario, recreación, transporte, etc.
Una de las mayores polémicas anuales que se registra en Colombia está dada con el aumento de salarios a altos funcionarios como congresistas, magistrados de altas cortes y ministros de despacho, el cual invariablemente es considerado como excesivo por el grueso de la población. A pesar de esto, el incremento de salarios a los congresistas resalta cómo estos reciben más de 40 salarios mínimos al mes.
De cual paz y justicia social podemos hablar en este país, cuando los que deben dar ejemplo de ello, son los más favorecidos, por el mismo estado a costa de exprimir al pueblo.
Aquí aprietan a los humildes trabajadores con impuestos, con incrementos en los servicios públicos, transporte, la canasta familiar, y con ruines salarios, para que coman los senadores y demás privilegiados por el estado. Hasta cuándo reinará este desequilibrio social, impartido por sus propios legisladores de un país considerado democrático?
LUIS CARLOS LOZANO OSPITIA
Escritor, abogado y corresponsal del Espinal
Colombo-español.
abogadolozano@yahoo.com