Día de acción de gracias en Estados Unidos, un llamado al recogimiento y la reflexión
El Día de Acción de Gracias o Thanksgiving (en inglés) es una celebración tradicional de Estados Unidos. Generalmente en esta festividad familiares y amigos se reúnen en torno a una mesa para compartir un banquete para celebrar y dar gracias por la prosperidad . Aunque es religiosa en origen está considerada como una festividad secular.
Enfoque Periodístico/ New York
Por Francisco Cardona
No importa dónde se esté, los norteamericanos son capaces de atravesar todo Estados Unidos para acudir a esta cita eminentemente familiar, que tiene más importancia, incluso, que la propia Navidad.
Los orígenes de esta fiesta se remontan a 1621, cuando los primeros colonos llegaron a bordo del Mayflower a las costas de Norteamérica, en concreto a Plymouth (Massachussets). Cuenta la historia que aquel invierno fue especialmente difícil, pero los indios les prestaron toda su ayuda para sobrevivir en aquellas tierras inhóspitas y desconocidas para ellos. A pesar de la dureza del invierno, la cosecha de maíz fue muy abundante y estos pioneros decidieron organizar una gran fiesta de agradecimiento. Invitaron a un grupo de indígenas, quienes participaron con ellos en la preparación de diversos juegos y carreras y, naturalmente, en una gran comida, en la que no faltó el pan de maíz, las verduras, el venado, el pato, el pescado y el pavo salvaje.
Con el paso del tiempo el pavo dejó de ser salvaje y se convirtió en el verdadero protagonista de esta fiesta. Es una celebración para reencontrase con la familia y amigos para agradecer en conjunto los logros en los distintos campos de la vida. El trabajo ., la educación , la salud y primordialmente la familia. Siempre hemos pensado y nos hemos imaginado a los estadounidenses como una sociedad fría y monótona que acostumbra a viajar con el equipaje necesario -hasta sudoroso y descomplicado- que le da igual vestir una camisa elegante con corbata y zapatillas. Pero lo que para nuestra sociedad puede ser desfasado y ridículo para el norteamericano común es una forma de vida. Práctico tal vez porque hasta compra el arbolito de navidad el 24 en la tarde y el 25 está en la tina del reciclaje.
Pero para ellos todas éstas actividades son secundarios y elijen darle espacio a lo puntual y básico como, por ejemplo, la carrera universitaria de los hijos , los proyectos de trabajo y ahora mas que nunca , la actividad política y la inseguridad de su país. Ayer miercoles , precisamente, un día antes de la celebración, el presidente electo , Donald Trump ha hecho un llamado ,desde su fortín en West Palm Beach , Florida ,a la unión del país después de la extensa e hiriente campaña presidencial. Pero , en el fondo del corazón de la mayoría de estadounidensesn que fueron afectados por los desatinos y el populismo del magnate reconocen y aceptan que llegaron los tiempos duros para una nación que se había acostumbrado a la vida pacífica y estable. Una acción de gracias pasadas seguramente por dudas e interrogantes tocará a todas las esferas de la sociedad , incluso, a la misma comunidad hispana que se come las "uñas" figurativamente - en vez de pavo- pues Trump ha tomado en serio el tema migratorio.
Y aunque para los latinoamericanos podría significar una fiesta mas entre las pocas de fin de año no deja de ser un atractivo para compartir con sus amigos cercanos y familia. Un largo fin de semana que se inicia el último jueves de noviembre que incluye paseo (sin olla , claro está) , bebidas y parranda. Además , hay que recordar la parte comercial de la celebración en donde el consumismo como pieza clave del engranaje capitalista , abre las puertas en las primeras horas de la madrugada del viernes para ofrecer los precios más bajos de sus productos en el famoso black friday (viernes negro). Guardando las proporciones y con el debido respeto religioso , ésta medio semana santa disimulada , es una fiesta redonda para los comerciantes ya que les sirve para salir de la mercancía vieja y estancada ,medir el potencial de venta de diciembre y , claro está, llenarse los bolsillos a costa del consumismo característico de las grandes sociedades.
Pero de reflexión , recogimiento y perdón como tradicionalmente hacían los nativos, pocón , pocón. Mas bien y a diferencia de otros años de relativa calma social y política, el fenómeno presidencial 'Trump" ha robado la atención de los norteamericanos que siguen atentos los paradógicos nombramientos del próximo congreso pues se prevee que el nuevo mandatario estará rodeado de amigos y contradictores. Y como es costumbre éste será el último Thanksgiving de Obama en la Casa Blanca porque como van las cosas hasta al pavo le tocará emigrar y huir de Washington ante los cambios que traerá la nueva era de Donald Trump.
Felíz día de acción de gracias para todos los estadounidenses y la comunidad hispana.