Eliminación de la Ley "pies secos , pies mojados" , ¿una venganza política de Obama?

Solicitar una visa hacia los Estados Unidos desde cualquier lugar de latinoamérica es y ha sido una lotería. Una rifa o un sorteo donde se apuesta a todo o nada. Es como tratar de tirar la bolita en el número deseado del cilindro de la ruleta entre un extenso tablero rectangular de espacios negros y rojos. Sólamente pensar en la extensa lucha de trámites y papeleos y en el sacrificio económico que se hace a sabiendas de las pocas posibilidades de acertar frente a un oficial de la embajada , altera el sueño y la palpitación. Son momentos donde se repasa una y otra vez que todo esté debidamente firmado y autenticado y se cuida del más mínimo detalle.

Pero a la hora de la soñada cita , luego de recibir la confirmación y que empezamos a preparar el calvario que hemos decidido emprender , surgen las dudas , se nos sube la presión y se nos acaban las uñas y por último nos hemos pegado un “madrugón” que ni el mismo café negro y fuerte puede ocultar el desvelo y la preocupación del inminente rechazo que nos rodea y asalta justo en la extensa , fría y meticulosa “cola”. Si existe una población que haya sufrido ese cráter de tramitologías y humillaciones hemos sido los colombianos. Las razones son obvias, desde luego ,pero el tenor de nuestro prejuicio y el “castigo” y la pena por un delito unipolar que ha manchado la honrra de la gente honesta , trabajadora y pujante , ha sido extrema si observamos la “vara” migratoria conque Estados Unidos ha frustrado el sueño de millones de latinoamericanos.

De acuerdo con un informe del Centro de Investigaciones Pew en Estados Unidos, en el año 2015, la patrulla de fronteras arrestó a 188,122 mexicanos que trataron de ingresar sin autorización a Estados Unidos a través de medios como el "tren de la muerte". La cifra es 18% menor a la registrada en el año fiscal 2014, cantidad más baja registrada desde 1969 cuando ocurrieron 159,376 detenciones./

Hablar de los motivos de nuestro viaje o por qué deseamos viajar a éste país pasa por la lógica y sana respuesta de dar un paseo, ir de turismo , entretenimiento , ect, más allá de hacerlo por la real necesidad de la crisis económica , la pobreza y el desempleo. Pero el respaldo económico no es lo suficiente para soportar ese deseo. Debemos recurrir a otras instancias como hacer préstamos , vender , incluso, nuestras propiedades –si las hay- para redondear las cifras y el capital adecuado para el viaje. Es una odisea para los colombianos , venezolanos , peruanos y para el resto de hermanos latinos obtener una visa “Americana” . Sin embargo, Cuba , cuya única y conocida verdad migratoria es el regimen castrista-comunista , ha gozado de una carta constitucional envidiable aún con la reforma dada por Bill Clinton sobre la ley de “pies secos, pies mojados”. No importan los medios y el riesgo pero si tocas suelo Americano , “eres libre” y te cobijan las leyes de los EEUU. Es como se interpreta ésta Ley.

Luego , te adoptamos , te damos los “papeles” , un trabajo honesto , escuela para los hijos , casa , en fin, ni siquiera los mismos aliados puertorriqueños habían gozado de tan envidiable privilegio. Pero como en todo convenio, ley o acuerdo, ninguna política da “puntada sin dedal” , con el transcurrir de los años desde que se puso en marcha la primera ley en 1966 “la ley de ajuste Cubano” , la influencia de la extensa comunidad cubana en los asuntos politicos ha llegado a un punto muy influyente y el poder -es tal que- a través de la historia han influído en decisiones electorales en el Estado de la Florida donde , se dice, están la mayoría de Cubanos exiliados en todos éstos cincuenta años de comunismo en la Isla. pero surge la pregunta ociosa y picarezca : ¿por qué Obama sanciona y culmina una Ley a seis días de su retiro presidencial?

En en el Centro de Investigaciones Pew en Estados Unidos, encontraron que en las pasadas elecciones presidenciales, un 54 % de los cubanos de Florida votaron por Donald Trump, frente a un 41 % que lo hizo por Hillary Clinton. Estos datos hacen pensar que los nacidos en la isla, pero residenciados y con derecho a votar en Estados Unidos, no apoyaron totalmente los vínculos de Barack Obama con el gobierno de los Castro.

Pero el daño migratorio no es tanto para quienes viven en la Isla o para quienes zarparon hace 24 horas en las últimas “yolas” y canoas y pueden regresar. La frustración y desolación es para miles de Cubanos que han quedado atrapados en tierras extrañas , durmiendo en albergues a la espera de una deportación inminente luego de la eliminación de la Ley. Tal es el caso de los que han durado meses en una travesía desde Colombia, Ecuador hasta panama y Costa Rica. Estos Cubanos maldicen hoy mas que nunca a Estados Unidos y a Obama. Pero ellos en el fondo de todo están pagado los “platos rotos” de las decisiones políticas recientes. Ni el propio Trump pensó que ganaría luego de la arremetida antimigratoria pero la disidensia prefirió la filosofía derechista en vez de la apertura y diálogo de los demócratas y prosocialistas. Porque la tan anunciada apertura diplomática entre Washington y la Habana fue vista con recelo por los disidentes cubanos.

Ahora el panorama politico es ampliamente favorable a las pretenciones de Donald Trump en cuanto a cierre de fronteras marítimas y terrestres. Sólo falta para redondear que luego de la expulsion de los diplomáticos rusos y haber dejado con los pies más mojados que secos a los Cubanos ,que Obama le otorgue el perdón presidencial –como si se tratara de una corrida de toros- al flamante guerrillero colombiano ´Simón Trinidad´ preso en los Estados Unidos y que cobraría su libertad de acuerdo al proceso de paz de Colombia que se gestó en la Habana.