Paz con las Farc no es suficiente , Colombia necesita "décadas" para salir de la violencia
El conflicto armado en Colombia persiste a pesar del acuerdo que se implementa con la guerrilla FARC para superar medio siglo de conflagración, indicó este jueves el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que estimó que el fin de la violencia en el país "tomará décadas".
En su reporte anual, el CICR dijo que la paz sellada por el gobierno de Juan Manuel Santos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) "no será suficiente para acabar con la violencia en Colombia".
En 2016, "a pesar de la indudable mejoría de la situación humanitaria", el organismo "documentó 838 posibles infracciones del Derecho Internacional Humanitario (DIH) y otros principios humanitarios que afectaron a más de 18.600 personas", señaló.
Estas infracciones, que en 40% de los casos perjudicaron a mujeres y menores, son violaciones a las normas de protección a la población civil e incluyen en los casos más graves desplazamiento, violencia sexual, homicidios y tortura. "No estamos en 'posconflicto', sino en 'posacuerdo', en los primeros pasos de la implementación del acuerdo entre las FARC y el gobierno. Pero continúan los conflictos armados no internacionales con el ELN, las ACG y el EPL", dijo a AFP el jefe del CICR en Colombia, Christoph Harnisch.
"Estos grupos tienen control sobre el territorio, tienen jerarquía, tienen organización y hay enfrentamientos", explicó, al describir el accionar del Ejército de Liberación Nacional (ELN), las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) y el Ejército Popular de Liberación (EPL), en particular en Chocó (noroeste), Arauca (este) y Santander (noreste). Harnisch subrayó la preocupación del CICR sobre la situación de seguridad en las zonas de repliegue de las FARC donde "ya hay afectación de población civil". "Construir un país en paz requiere del esfuerzo de todos y tomará décadas", indicó.
El delegado señaló que el CICR, "intermediario neutral" según los Convenios de Ginebra, también seguirá apoyando las negociaciones instaladas en febrero en Quito entre el gobierno y el ELN, última guerrilla activa de Colombia. La concreción de ese acuerdo ayudaría "a aliviar la situación de las comunidades que aún no han visto el optimismo de la paz reflejado en su vida diaria". Aunque tampoco sería "el final del camino", según dijo.
Cinco retos
Presente en Colombia desde hace 40 años, el CICR identificó cinco "retos humanitarios" por el fin del conflicto con las FARC y el accionar de las AGC, remanentes de paramilitares desmovilizados hace una década y brazo armado del Clan del Golfo, principal banda criminal del país, y el Ejército de Liberación Popular (EPL), que el gobierno considera una organización narcotraficante. Estos desafíos, que el CICR considera "urgente" atender en 2017, son la violencia armada, en particular en zonas urbanas; la necesidad de encontrar a las personas desaparecidas; la violencia sexual; los artefactos explosivos improvisados y restos de guerra sin explotar; y la emergencia por hacinamiento en las cárceles.
Mientras "avanza la implementación del acuerdo" con las FARC, "la reconfiguración de otros actores armados marca una geografía de la violencia cambiante y plagada de incertidumbres", indicó el texto. Enfrentamientos entre fuerzas estatales y grupos armados, además del accionar de 'combos' y pandillas en ciudades, ponen en evidencia que mantener la promesa de la paz será un camino difícil durante 2017", aseguró. Por ello considera "los estragos" de esa violencia armada como uno de los principales desafíos para Colombia en los años venideros, pues desde 2013 ha generado al menos 301.900 víctimas según datos oficiales.
Además, según el informe, en 2016 se reportaron cada día un promedio de "29 casos antiguos y recientes de personas desaparecidas" por el conflicto armado y "otras situaciones". En Colombia "no hay información del paradero de 85.900 personas", añadió.
También en 2016 se registraron oficialmente "63 heridos y 11 muertos por la detonación" de minas y explosivos sin detonar, sumándose a las más de 11.000 víctimas de este flagelo desde 1990. En total, el conflicto armado colombiano, que desde la década de 1960 enfrenta a guerrillas, paramilitares y agentes estatales, ha dejado al menos 260.000 muertos, 60.000 desaparecidos y 6, 9 millones de desplazados.